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Invertir en Criptomonedas


Cómo Invertir en Criptomonedas: Riesgos y Mejores Opciones


En los últimos tiempos se ha despertado un enorme interés por la inversión en criptomonedas como el Bitcoin, Bitcoin Cash, Bitcoin Gold, Ethereum, Ethereum Classic, Litecoin, Ripple, Dash, Iota, Monero, Neo,… Su alta volatilidad, los intentos de regulación,… generan grandes dudas sobre el futuro de estos instrumentos pero lo que es cierto es que representan también una oportunidad de obtener beneficios que hace que el mercado de criptomonedas esté hoy por hoy en boca de todos.
En este artículo vamos a analizar en profundidad cómo funciona este mercado, cuáles son los principales riesgos de invertir en criptomonedas, como podemos mantenerlos bajo control, cuáles son las mejores opciones que tenemos a nuestro alcance para invertir en estos instrumentos y las ventajas e inconvenientes de cada una de estas opciones.

Introducción al mercado de criptomonedas

La idea inicial de mucha gente sobre las criptomonedas consistía en que este tipo de activos iba a ser un medio de pagos alternativo al tradicional. Los beneficios que iban a aportar las monedas digitales eran el no depender de ningún gobierno, ningún banco central y ninguna autoridad monetaria. Los inversores veían a estos activos como una alternativa al dinero cotidiano. Transacciones anónimas y al margen de la regulación del sistema son las principales características de las criptomonedas como medio de pago.

Cómo invertir en criptomonedas

Otro aspecto que hacen atractivas a las criptomonedas es su escasez. Sin ir más lejos, en el caso del Bitcoin se van a poner en circulación un total de 21 millones. Una vez que esta masa monetaria esté en el mercado, ya no será posible crear más Bitcoins, lo que equivaldría por ejemplo a haber minado todo el oro que existe en el planeta.
Al ser un activo escaso, el mercado le otorga valor, es el mismo principio que se aplica al oro y a los metales preciosos. En realidad a Bitcoin se le ha comparado con el oro por varios motivos. Entre otros podemos mencionar:
  • Es escaso
  • Es inmune a la inflación
  • Actúa de activo refugio
  • Es un depósito valor (es una moneda, digital pero una moneda al fin y al cabo)
Incluso Alemania en el año 2013 lo equiparó al metal amarillo y se le conoce como el oro 2.0.
¿Estas razones justifican sus alzas y bajas tan volátiles? Lo cierto es que la psicología de los inversores, actuando como una gran masa y las posiciones especuladoras también tienen mucho que ver en esto.
Qué podemos decir, los mercados financieros funcionan así. Cuando un mercado tiene unas características atractivas (o potencial de revalorización) todos los inversores se lanzan en masa. Esto ha sucedido con las criptomonedas y volverá a suceder en el futuro con otros instrumentos. Pero, tal y cómo reza un dicho en el mundo del trading y las inversiones:
Tras un “boom” hay un “crash” y tras un “crash” hay un “boom”.
Resumiendo, lo que sube debe bajar y lo que baja después debe subir. Todo es un ciclo de alzas y bajas. De largos y cortos. Los mercados financieros se mueven casi siempre por expectativas más que por hechos.

¿Cuál era el objetivo de las criptomonedas?

El primero en ver la luz, de estos activos que han alcanzado más popularidad, fue el Bitcoin en el año 2009. El objetivo de esta creación no era ni más ni menos que diseñar un sistema de pagos al margen del tradicional (bancario).
Ante la crisis financiera se perdió la confianza en el sistema de pagos y en las autoridades monetarias, a las cuales se les criticaba duramente por haber creado una burbuja en el sistema.
A través de la tecnología Blockchain (cadena de bloques), en la que se sustentan todas las transacciones de criptomonedas, se hacía posible un mecanismo para transferir fondos sin necesidad de que haya un banco de por medio. Algo impensable hasta el nacimiento de esta tecnología.
El rompecabezas estaba montado, sólo faltaba una pieza; un activo que se escapase del control de los gobiernos. Una moneda que no esté bajo la supervisión de ningún banco central. De esta forma, la independencia era total. Hablamos de un sistema paralelo en el que las decisiones monetarias no tienen relevancia. El mercado es el único que dicta las normas.
Bitcoin, al igual que el resto de este tipo de criptomonedas, no son más que anotaciones contables en un libro digital. Así es, la cadena de bloques (Blockchain) no es más que un libro de contabilidad digital que solamente puede alterarse cuando los participantes de la cadena dan el visto bueno.

Cómo funciona la cadena de bloques Blockchain y Bitcoin

El libro de contabilidad digital no es susceptible de manipulación, los apuntes contables que dan pie a las transacciones no pueden hacerse unilateralmente.
¿Suena bien, verdad? Podría pensarse (hasta incluso se llega a pensar) que este será el medio de pagos del futuro. Sustituyendo así el intercambio de divisas (euros, dólares, libras, yenes, etc.) al igual que estas divisas sustituyeron al oro. Pero la cuestión no es tan sencilla, el invento no ha salido, hasta el momento, tan bien como se esperaba.
¿Qué ha pasado? En realidad, las criptomonedas también tienen sus riesgos, algunos propios de la tecnología que utilizan y otros riesgos que afectan a la hora de invertir en criptomonedas. Este es el tema que hoy nos ocupa. Como dice Sun Tzu: “Debemos conocer al enemigo para poder hacerle frente”. Vamos a ello:

Riesgos al invertir en criptomonedas


1- Alta volatilidad

Bitcoin (como activo de referencia para este mercado) presentó una volatilidad anualizada en los últimos 12 meses superior al 80%. Esta volatilidad tan alta hace que estos activos sean considerados de alto riesgo e inadecuados para la inversión minorista como así lo expresó la Security Exchange Commission (SEC).
Una volatilidad de estas características es ideal para una operativa enfocada al trading. Tan sólo debemos saber cómo y con qué:
Debemos optar por instrumentos de inversión que nos permitan llevar a cabo una gestión activa para eludir los riesgos de fluctuaciones en el mercado. En otras palabras, con agilidad para tomar posiciones largas y cortas. Así como para entrar y salir del mercado con facilidad.
La volatilidad se puede convertir en un aliado más que en un riesgo. Pero cuidado, debemos saber manejar la volatilidad.

2- Cambios o intentos de regulación

Lo cierto es que hasta el momento, salvo casos muy puntuales, sólo hay declaraciones de intención de regulación del mercado de criptomonedas.
Hay opiniones para todos los gustos: Los que opinan que es una gran burbuja que estallará tarde o temprano y para muchos otros, este déficit regulatorio es un beneficio, es lo que le otorga personalidad a este mercado y gran parte del atractivo de estos activos es el sentimiento de rebeldía ante el sistema monetario.
Sin embargo, países como China han prohibido las transacciones con criptodivisas por considerarlas fraudulentas.
También hay quien piensa que el hecho de que no estén al amparo de ningún gobierno, define a estos activos como carentes de valor intrínseco. Su valoración tan sólo proviene del precio que los inversores le otorgan en el mercado. La ley de la oferta y la demanda es la única aplicable. Si el mercado (como un ente colectivo) decide retirar la confianza en las criptomonedas no tendrán valor alguno.
En cierto modo ninguna de las divisas tradicionales tiene valor intrínseco. Sólo son confianza. Pero al estar bajo el paraguas de un banco central y en última instancia por el Fondo Monetario internacional (FMI), hace de las divisas tradicionales activos más confiables. Si por alguna razón se tambalea la confianza en alguna divisa, el banco central de turno o el FMI tomarían medidas para restaurarla. Esa es su función.
Sin embargo, con las criptomonedas es el mercado el que manda, es el mercado el único que puede determinar su valor. Esto nos debe hacer reflexionar si merece la pena invertir en criptomonedas para otros fines que no sean el trading, entendiendo el trading como el obtener plusvalías del mercado en el corto plazo.
Los motivos que hay para empezar a regular a las criptodivisas son varios. Comenzando por los problemas que presentan en la protección de consumidores e inversores, dado que estos activos no cuentan con el respaldo de institución financiera alguna. El inversor que compre monedas virtuales al contado se encuentra totalmente desamparado.
El riesgo adicional es cómo se tomará el mercado la regulación de las criptomonedas. Hay gente que esto no le sentará muy bien.
¿Alguien piensa que ante tanto control en las transacciones de dinero (sobre todo para evitar la financiación del terrorismo o el blanqueo de capitales) van a dejar que se realicen transacciones de modo anónimo y sin dejar huella?
La regulación de este mercado puede ponerse en marcha en cualquier momento y esto puede restar atractivo a las criptomonedas. Por otra parte, es bastante necesaria la regulación porque el mecanismo de comprar y mantener en un wallet es una estrategia altamente insegura, como veremos a continuación.

Riesgos al invertir en criptomonedas


3- Riesgo de robo

Hasta hace relativamente poco estaba generalizada la idea de que las criptomonedas no podían ser robadas porque eran activos intangibles. Si algo no está creado en formato físico, ¿cómo es posible que se pueda robar? Que se lo pregunten a los piratas informáticos.
Esta teoría ha quedado desmentida. Bitcoin y cualquier otra de las monedas digitales puede ser objeto de ataques informáticos. Este tipo de ataques suelen estar dirigidos a las plataformas de compra y custodia. Estas plataformas actúan como monederos virtuales, cuentas corrientes estrictamente digitales que permiten la custodia y el intercambio de criptomonedas.
El problema reside en que estas cuentas tienen el riesgo de que podrían llegar a ser hackeadas y consecuentemente vaciadas, dejando nuestro saldo a cero. A esto podemos sumarle dos factores determinantes:
  • La anteriormente comentada la ausencia de regulación que permite a estas plataformas no estar adscritas a ningún fondo de garantía, ni requisitos de solvencia, ni obligación de contratar un seguro,…
  • El anonimato de este sistema te impediría demostrar que esas monedas virtuales son tuyas. Y para eso no necesitas sufrir un ataque informático, basta con perder el acceso a tu monedero virtual por ejemplo.
Un ejemplo de esto es la ya extinta plataforma Youbit. Sin más remedio fue a la quiebra tras varios ataques cibernéticos. El robo fue de órdago, 4.700 Bitcoins (unos 70 millones de dólares). Tras este incidente, que llevó a la bancarrota a esta plataforma surcoreana, los depósitos y los retiros quedaron bloqueados. ¿A quién reclamamos si una plataforma suspende los retiros alegando un incidente?

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